Mi nombre es Toun Dalin, nací el 10 de noviembre del año 2000 en la aldea de Omal, distrito de Battambang, Camboya. Soy la mayor de tres hermanos: una hermana y un hermano.
Desde pequeña mi familia enfrentó una situación de pobreza extrema y un ambiente familiar muy difícil. Mis padres discutían con frecuencia y, en ocasiones, había episodios de violencia. En busca de un futuro mejor para mí y para mi hermana menor, Toun Tina, mi madre nos llevó el 9 de diciembre de 2009 al orfanato Koma Rikreay, en la provincia de Battambang. Allí tuve acceso a comida suficiente, ropa adecuada y, sobre todo, educación. Aunque normalmente los niños podían permanecer solo tres años, debido a las dificultades de mi familia me permitieron quedarme dos años más. Salir del orfanato fue muy doloroso para mí.
Me fui a vivir con mi abuela y una de mis tías, ya que mis padres habían emigrado a Tailandia para trabajar. Con mi abuela la vida fue dura: apenas lograba mantenernos vendiendo algunas verduras. En 2014, mientras cursaba sexto grado, mis padres se divorciaron y desde entonces dejaron de apoyarnos económicamente, ni para los estudios ni para nuestras necesidades básicas.
En 2015, al comenzar la secundaria, mi familia me pedía a menudo que dejara de estudiar porque no podían costear los gastos. Sin embargo, mi pasión por el aprendizaje me sostuvo: asistía todos los días a clase, incluso sin dinero. Conté con la ayuda de maestros generosos y amigos solidarios que compartían conmigo su comida.
Al ver mi empeño, mi abuela buscó un lugar donde mi hermana y yo pudiéramos vivir y estudiar en mejores condiciones. Gracias a la intervención de la profesora Sarin, que trabajaba con las Hermanas Salesianas de Don Bosco, recibimos la oportunidad de continuar nuestros estudios en un entorno seguro y de apoyo. El 6 de octubre de 2016 nos mudamos al hogar de las Hermanas Salesianas.
Allí no solo recibí formación académica, sino también educación en habilidades para la vida, desarrollo personal y formación espiritual. Tuve la oportunidad de ser voluntaria enseñando a niños en el programa del Oratorio y de participar en clases bíblicas. Tras tres años de formación en la fe, decidí recibir el bautismo y el 19 de abril de 2019 me convertí en católica, tomando el nombre de Catherin Laborè Toun Dalin.
En la vida parroquial conocí al Obispo Kike, cuya cercanía y sonrisa constante me inspiraron
profundamente. Él me concedió una beca para estudiar en Phnom Penh durante dos años tras terminar la secundaria, cubriendo tanto la matrícula como el alojamiento. Estudié secretariado e informática en el Centro de Formación Profesional Don Bosco. Esa experiencia me ayudó a convertirme en una mujer segura de sí misma, con mayores conocimientos y habilidades de comunicación.
Como parte de mi formación, realicé unas prácticas de tres meses en la Asociación de Personas con Discapacidad de Battambang, en octubre de 2022. Tras completarla, el 1 de febrero de 2023 comencé a trabajar como empleada a tiempo completo en Mutita Textile Social Enterprise Co., Ltd., donde continúo actualmente. Paralelamente, estudio la carrera de Administración Pública y Gobernanza gracias a otra beca concedida generosamente por el Padre Kike. Además, de lunes a viernes por las noches, trabajo a tiempo parcial en ‘The Lonely Tree Coffee’. Esta experiencia me permite seguir creciendo tanto en lo personal como en lo profesional.
Aquí puedes ver los mitones que llevan su nombre
“Gracias a todas las oportunidades que he recibido y nunca desistir en los estudios, hoy trabajo muy orgullosa en un centro textil y puedo ayudar a mi familia y ser una joven independiente”